domingo, julio 16, 2006

Aficionados, profesionales y artistas

El nombre fotografía existe hace poco más de 170 años, cuando se adoptó la denominación propuesta por Sir John Herschel en su texto "Note on the art of Photography or The Application of the Chemical Rays of Light to the Purpose of Pictorial Representation," presentado a la Royal Society el 14 de marzo de 1839, en Londres.


foto doifel videla

Desde esa fecha mucha agua ha corrido bajo el río y miles de millones de "fotografías" han sido tomadas e impresas siguiendo los procedimientos descubierto por los pioneros: Daguerre, Niepce, Talbot, Herschel y al menos una docena de otros bastante menos conocidos para los cuales también existen evidencias, en distintas latitudes del globo, sobre su posible participación o autoría en el invento de la fijación de la imagen óptica proyectada.

Confusión cabe, en lo que respecta a su invención, pero mucha más confusión cabe en cuanto a la actitud que podemos adoptar frente a ella.

Una misma fotografía vista en un museo, en un periódico, en una publicidad o en un álbum familiar, tendrá distintas connotaciones para nosotros, simplemente porque nuestra "actitud" frente al canal que nos la presenta ya está está cargado de expectativas. Al museo iremos a ver "arte" y haremos todo lo posible por entender esta imagen como parte de tal contexto; en el periódico veremos imágenes con información válida para un promedio de vida de un día; en publicidad será de algunos segundos o algunos minutos si enganchamos con lo representado y se integra a nuestra lista de objetos del deseo; en el álbum familiar puede llegar a ser casi eterna, pasando de una generación a otra o terminar en el tacho de la basura, dependiendo del grado de continuidad que queramos dar a nuestros recuerdos.

¿Como distinguimos entonces el trabajo de profesionales, artistas y aficionados? Muy improbablemente será por las características intrínsecas de la "obra", sino más bien por el canal a través del cual nos lleguen y en menor medida siguiendo nuestra cultura fotográfica e intereses.

La fotografía se realiza entonces básicamente en el usuario, como una bala que encuentra un destinatario. No existe la fotografía para sí, solo existe en la mirada del destinatario (que puede ser el mismo autor), quien si bien es sumamente variable no deja por ello de ser algo predecible.

Por otra parte, la fotografía no solo consiste en generar fotos, sino también en tomarlas. La fotografía es ante todo una gran entretención. La enorme mayoría de las personas que posee una cámara fotográfica se divierte tomando fotos; fotos que quizás ni siquiera mirará. Como un niño que tira piedras, flechas o balas plásticas sin tener otra idea en mente que el acto de lanzar algo percutante contra un blanco improvisado. El reflejo del cazador que aún no muere en nosotros y que se expresa alegremente cuando apretamos el "disparador".

La industria de la fotografía, hasta antes de la irrupción de la cámara digital, reposaba sobre este último fenómeno. Ni los fotógrafos publicitarios, ni los fotoperiodistas, aún menos los artistas, contaban en el mercado de la foto. El pilar de la fotografía estaba constituida por los aficionados: cámaras, película, revelados e impresiones. Y en esa torta, películas, revelados e impresiones eran lo que daba el sustento básico a toda la industria de la fotografía en todas sus variables. Al respecto podríamos preguntarnos: ¿Que va a pasar con la fotografía ahora que se acaban las películas y los revelados y que las impresiones caen drásticamente? No lo sé. Pero lo intuyo. Simplemente unos van a morir y otros van a ocupar su lugar. La foto cada vez más pasará por los computadores, software e Internet, en lugar de pasar por los laboratorios. Lo que es seguro es que las ganas de cazar, de disparar y acertar al blanco, no van a desaparecer.

Para volver al tema, podemos decir que lo que finalmente prevalece en la diferencia entre aficionados, profesionales y artistas, es simplemente la actitud con la que enfrentan su actividad. El aficionado es alguien que se entretiene tirando piedritas al agua, logrando a veces hacer un numero notable de patitos en el agua casi por azar y que constituye la inmensa mayoría de los usuarios. El fotoperiodista es el que lleva sus instintos de cazador a un nivel pecuniario suficiente como para vivir de ello, no solo disparando, sino cobrando las piezas para venderlas lo mejor que pueda. El fotógrafo publicitario es quien diseña y fabrica imágenes a pedido, intentando agradar al cliente y mantenerse a la moda, sus imágenes son casi puramente formales y los contenidos más o menos explícitos. El artista finalmente, es el que eternamente intentará poner la guinda a la torta, haciendo de este medio algo más trascendental y decoroso que los instintos inconscientes y de supervivencia que animan a sus pares y aunque el dinero brille por su ausencia, nunca dejará de ser el bienvenido.

7 Comments:

Blogger Frambu said...

espero algún día poder llamarme fotógrafa.-
saludos!

julio 28, 2006  
Blogger doifel said...

En este orden de cosas se subentiende que quienes se autodefinen como "fotógrafos" a secas o no saben en lo que están o son simplemente aficionados. En Chile, por ejemplo, los fotoperiodistas tienen terror a asumir que son fotoperiodistas. Prefieren el nombre genérico de "fotógrafos" pues lo consideran más "poético".

Espero algún día aprendamos a distinguir las peras de las naranjas.

julio 31, 2006  
Blogger doifel said...

Creo que el 90% de la gente no sabe en que consiste el arte. No se dan cuenta que es una actividad regida por su propia dinámica, que evoluciona constantemente reflejando la sociedad de manera simbólica. En ese sentido, con el triunfo de la Iglesia se transformó en el Ojo Divino, algo proselitista y amenazador, con el Renacimiento se volcó a la percepción humana y a la mímesis de la realidad óptica, con la Industrialización representó la fragmentación de los procesos industriales y la transformación de la materia y ahora, en la Sociedad de la Información se transforma en el manejo de códigos, la programación y el simulacro.

El fotógrafo con pretensiones de "artista", no es otra cosa que un "artesano"; alguien capaz de hacer técnicamente cosas bonitas al gusto de las mayorías y que repite invariablemente los mismos esquemas. Esquemas archiconocidos que permite al vulgo reconocerlo como "bien hecho" y darle su aprobación.

Lo de ser fotoperiodista, no es diferente de ser periodista, se puede ser excelente o malo. El fotoperiodista informa sobre hechos de interés público con suficiente gracia y eficiencia o es un panfletero rudimentario. El fotógrafo publicista no es diferente del publicista, sus fotos atraen la atención y convencen o no. Los hay buenos y malos. ¿El arte en todo esto? bueno grandes dosis del arte de épocas anteriores y algo de esta época, nada lo impide, pero no es su objetivo y no hay nada vergonzoso en ello.

Con todo lo dicho, yo rescato mucho la labor de los aficionados, no solo mantienen vivo el interés por el medio, sino además lo mantienen económicamente. El animo festivo y entusiasta que rodea esta actividad es lo más agradable que hay y yo la disfruto plenamente. El único problema es cuando creen que son artistas.

agosto 01, 2006  
Blogger doifel said...

El problema en realidad no es de los que están haciendo las fotos, es de los medios, que ponen como críticos y expertos a gente que no tiene idea de como están usando la foto los artistas contemporáneos.

Y mientras en Chile los críticos y expertos que entienden de arte actual no tengan voz en los medios, los pocos artistas que usan la foto para hacer arte contemporáneo (el único arte posible, de lo contrario es historia, plagio, arqueología o pose) pasarán desapercibidos y los medios nunca darán cuenta de lo que intentan hacer, solo existirán los famosos "maestros" de la camarita.

Y en este sentido Chile está a años luz de Perú, México o Venezuela.

agosto 02, 2006  
Blogger doifel said...

Es una cuestión de desarrollo del país entero. Eso se expresa en el arte como en todo lo demás.

¿Porque teniendo una dependencia energética crítica Chile nunca ha desarrollado energías autónomas, renovables? ¿Y países como Alemania o España si lo hacen?

Porque probablemente nuestra evolución depende de algunos tipos a quienes les dan unos pesos para que se cambien a un barrio bonito y atrasen al país entero a cambio de dejar dormidas todas las alarmas. Y mañana cuando empecemos con los cortes de luz, el gas vuelva doblar de precio y no podamos ya salir con el auto a la calle porque el petróleo llegó a 200 U$ b/barril, no sabremos que hacer. Probablemente nos adaptaremos como los cubanos a la falta de energía, que es aún más fácil que pensar, echar a los vendidos, prever y cambiar de concepto.

No creo que se pueda hacer más que cambiar uno mismo y el resto ya verá lo que hace. Predicar con el ejemplo es lo mejor.

agosto 03, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Tienes mucha razon en todo lo q expresas pero te has olvidado de una cosa. La mayoria de las veces los fotoperiodistas, los q exploran conflicos tanto sea de guerra, como naturales o simplemente para mostrar la forma de vida del mundo y sus gentes, llevan su artista dentro que provoc que cuando vea esa foto...algo en mi reaccions y me diga...JODER...!!; y eso sera exactamente lo q me expresa esa foto.

Los artistas contemporaneos no solo fotografian por amor al arte sino que tambuien se mueven por una finalidad...El dinero.

Un saludoo a todoss

octubre 31, 2007  
Blogger doifel said...

¿Y quien dice que a Leonardo Da Vinci, no le importaba el dinero? ¿Habría que eliminar de la historia del arte a todos los artistas que tienen necesidad de dinero para vivir y trabajar?

octubre 31, 2007  

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