viernes, febrero 16, 2007

El mundo blanco y negro de la foto b/n

La fotografía color fue inventada apenas 22 años después del invento del daguerrotipo (1839) por Daguerre. En Inglaterra su inventor fue James Clerk Maxwell (1861) y en Francia Louis Ducos du Hauron y Charles Cros (1862). En 1907 se inventó un sistema más industrial, el Autochrome y en 1935 llegó el color a la cámara 35 mm en la forma del Kodachrome, procedimiento que fue simplificado por Agfacolor un año más tarde, en 1936.

Podemos preguntarnos el porqué de la persistencia de la fotografía b/n hasta el día de hoy, cuando el color está disponible hace tanto tiempo y especialmente cuando la realidad aparece, a los ojos humanos, como algo colorido.



Sabemos que en parte, la persistencia del b/n debe su razón de ser a causas económicas, ya que durante mucho tiempo fue un método más barato, simple y autónomo para trabajar, reiterándose algunas de esta mismas razones en la impresión a tintas sobre papel: llámese libro, revista o periódico.

Sin embargo, cuando analizamos el avance técnico de la fotografía a color y de la impresión a cuatro colores, nos damos cuenta que si hubiéramos querido, el color podría haberse impuesto como standard hace más de sesenta años.

¿Alguien aceptaría, por ejemplo, que los artistas visuales solo usaran el monocromo, sin osar tocar los colores o que el cine fuera prioritariamente en blanco y negro y mudo? Probablemente que no. ¿Será que para algunos fotógrafos la fotografía debe seguir siendo el lápiz de la naturaleza, como lo estimaba Talbot en 1839?. ¿Es acaso la fotografía una suerte de dibujo, que no puede prescindir de una intrínseca cualidad monocromática que la encadena exclusivamente al negro, apartando todos los demás colores de su camino?.

Definitivamente, no. La fotografía puede ser en color y expresar sentimientos, deseos, emociones, sueños, temores y reflexiones, sin eludir nuestra capacidad innata de distinguir colores. Lo cierto es que tal como hoy en día el cine el blanco y negro es considerado un efecto especial, la fotografía el blanco y negro hace ya bastante tiempo es tan solo un recurso efectista.

Paul Outerbridge. Phenix rising, 1937

Podríamos quizás conjeturar, que la visión del mundo en blanco y negro es propio de sistemas autocráticos, solo existe el bien y el mal, la luz y las tinieblas o bien "o están con nosotros o contra nosotros". Llevar esta lógica a las formas y la expresión es algo relativamente sencillo. En un mundo colorido, el blanco y negro posee la especial cualidad de simplificar los mensajes, eliminando la diversidad y el desorden bajo el rigor de un mundo unidimensional; como un panfleto, un slogan, un grito en la oscuridad.

Es posible entonces, que las razones de la elección del blanco y negro estén más dadas por las dificultades que implica lidiar con la colorida realidad, mundo multipolar basado en la interacción de tres componentes (rojo, verde y azul) que nos permiten diferenciar más de diez millones de tonalidades, que por un acto de preservación del "arte". Si pensamos que el arte consiste, en parte, en alejarse de la realidad para reencontrarla de manera simbólica, ciertamente el recurso al blanco y negro nos ofrece un atajo al eliminar los colores para solo conservar las intensidades de la luz, ya que de ese modo se constituye automáticamente en una proposición visual abstracta. Será entonces gracias al recurso a una falencia en la percepción humana, que obtendremos un resultado que generosamente estaremos tentados de calificar al menos de alegoría. Como si de pronto nos pusiéramos a hablar en rimas (ubicando los verbos al final de las frases), para hacer sentir que estamos siendo "poetas".

Paul Outerbridge. Reclining nude, 1937

El blanco y negro profesional hoy en día es sobretodo una opción militante, especialmente desde que dejó de ser un imperativo tecnológico para convertirse en una elección personal. Trasunta generalmente ideología, como una manera de percibir y de expresarse que no admite disidencias. Con raras excepciones, este código cultural nos retrotrae a un mundo pretérito por antonomasia; tiempo abstracto que nos suena familiar, de visión primitiva del mundo (muchos mamíferos solo perciben la intensidad de la luz) o tal vez onírica. El blanco y negro actual no se propone como un descubrimiento, sino como una remembranza, un recuerdo, una añoranza, un llamado a entrar en las filas de un pasado común imaginario, suerte de patrimonio impuesto por la acumulación de millones de imágenes blanco y negro del pasado.

Manuel Alvarez Bravo. La buena fama durmiendo, 1938

En resumen podría decir, que la fotografía blanco y negro actual es una ideología basada en una utopía construida en 150 años de práctica autocomplaciente, donde la autocrítica y el análisis estuvieron, y siguen estando, relativamente ausentes. De más está señalar, que este recurso hoy en día es recuperado, con bastante acierto, por publicistas y cineastas para evocar el pasado, la infancia, los sueños y deseos inconfesables, transformándolo por convención en sinónimo de irrealidad. La fotografía digital, por su parte, se ha lanzado de lleno, como es usual al nacimiento de cada nuevo medio, a la simulación de la fotografía monocromática en todas sus versiones, al punto de hacer creer a muchos que estamos ante el renacimiento de un nuevo tipo de "pictorialismo".

Nótese finalmente, que este texto no constituye una crítica a la fotografía blanco y negro en si. Solo quiero reflexionar sobre el uso actual que se le da a un recurso que antes fue relativamente obligatorio y que hoy en día se ha transformado en un subterfugio. La fotografía blanco y negro, realizada en la época en que era ineludible, tiene a mis ojos, totalmente otro valor, pues aún estaba desarrollando los lenguajes que la enriquecerían hasta el punto de dejarla madura para el paso a la mayor complejidad que significa la fotografía color. No creo, sin embargo que esté demás tomar conciencia que hay ideologías, de las más retrogradas, agresivas y totalitarias, que tienden a ver el mundo como una oposición entre dos polos opuestos en permanente conflicto. Ideología que esgrimen a veces los adeptos al blanco y negro y que no es completamente ajena a estas creencias excluyentes.

Diane Arbus. Boy with a toy hand grenade, Central Park, NYC 1962

Desde luego que no toda la fotografía blanco y negro actual es pura demagogia visual, ni estereotipo, ni solo pretende usar un recurso del pasado para camuflar mediocridad o idealizarlo todo con un sirope black and white. Por supuesto que debemos excluir a los aficionados a la fotografía, quienes se deleitan con razón recorriendo el amplio patrimonio fotográfico y a los autores que honestamente siguen desarrollando lenguajes propios al blanco y negro, aunque estos tal vez se puedan contar con los dedos de una mano. La existencia de estos reconforta por su capacidad de reinventarse apartándose de los demagogos que no hacen sino repetir, como novedad, descubrimientos de hace más de medio siglo. No se inventa dos veces la rueda, es tal vez la única respuesta que se les pueda dar. Los fotógrafos del siglo pasado se expresaron con lo que había a su disposición y escribieron con ello capítulos notables de la historia de este medio, páginas, demás está decirlo, irrepetibles.

foto Roger Ballen